Sabemos en Écija que nuestra tradición musical bandística se remonta a 1852, con la formación creada por el alcalde Ramón María de San Juan bajo la dirección del maestro Santiago Ramos. Con este tipo de agrupaciones los ayuntamientos cubrían la necesidad de acompañar con música actos municipales, toros, procesiones, festividades y diversiones de todo tipo. Pero aquella primitiva Banda Municipal fue pasando por diversos periplos de inestabilidad (1) y terminó suprimiéndose por parte del propio Ayuntamiento al llegar la jubilación del director Miguel Tena Peinado a mediados de los 70 del siglo XX. Simplemente la Banda no era rentable porque los antiguos músicos eran funcionarios municipales y los nuevos músicos podían contratarse ocasionalmente, con el consiguiente ahorro que esto generaba. Por lo que la Banda se convirtió en un lujo molesto que había que eliminar. Sin embargo siguió funcionando y actuando en actos oficiales para el Ayuntamiento mediante contratos periódicos, para lo que ocupó la dirección Vicente García Ramos.
Pero la situación de la banda no era cómoda y fue empeorando paulatinamente. A principios de 1978 ensayaban en el Ayuntamiento, ocupando una estancia de la segunda planta que debían abandonar tras el ensayo guardando los instrumentos en las escaleras del reloj. Así que, como seguían siendo un gran estorbo, una noche de ensayo el alcalde Enrique Martín mandó a un ordenanza para que los músicos abandonaran el Ayuntamiento, siendo obligados a entregar el instrumental y a disolverse como banda definitivamente. Yo tenía entonces tres años, pero ese episodio desagradable lo recordó el resto de su vida uno de aquellos músicos: mi abuelo Manuel Gutiérrez Martín (2).
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| Manuel Gutiérrez hacia 1928 |
En un texto manuscrito que dejó entre sus carpetas de partituras narró como en mayo de 1979, tras las primeras elecciones municipales, “varios socios del Casino de Artesanos, entre los que se incluían tres músicos, dispusieron visitar a la Delegada de Cultura, María de la Luz Méndez, para ver la manera de reorganizar la Banda. Esta señora nos recibió muy atentamente y nos dio toda clase de facilidades para llegar a feliz término”. La Delegada, que tenía muy claro que había que recuperarla “citó a los antiguos componentes, haciéndose cargo de los gastos de la reorganización a cambio de que la Banda realizara los servicios que el Ayuntamiento dispusiera”. Así, aparte de la aportación anual de un millón quinientas mil pesetas, el Ayuntamiento pagó los nuevos uniformes, devolvió el instrumental, compró el nuevo y cedió varias instalaciones para los ensayos.
Para la dirección de la nueva Banda se postuló Vicente García Ramos, pero los músicos eligieron para el cargo a mi abuelo. Según Miguel Aguilar “la decisión no gustó a Vicente que renunció a participar en el nuevo proyecto y también a devolver el archivo de la Banda, que contenía material desde su fundación en 1852. Cuando el Ayuntamiento le requirió la entrega de ese archivo, sólo entregó una pequeñísima parte del mismo. Años después, tras su muerte y cuando sus familiares vendieron el local de la calle José Canalejas, se procedió a su demolición sin reparar que dentro del inmueble seguía la mayor parte del archivo. Todo acabó en los camiones que transportaron los cascotes de la demolición al vertedero”.
En esos inicios no eran más de una docena
de músicos por lo que, hacia junio de
1979, “Gutiérrez creó la primera escuela
de música, donde un nutrido grupo de niños se inició en la práctica
instrumental lo que permitió, en un muy corto espacio de tiempo, que la
plantilla de la Banda se fuese incrementando”, concluye Miguel Aguilar. Y así fue, porque acercándose la procesión de la Virgen del Valle del 8 de septiembre 1979, la propia Delegada propuso a la banda debutar en esa procesión (3).
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| Desfile hacia la Iglesia de Santa Cruz, previo a la procesión de la Virgen del Valle de 1979 |
Por tanto, aunque existe un cartel en el que se anuncia la presentación de la Agrupación Musical Ecijana en la víspera de la festividad de la Virgen del Valle de 1980, el debut de la Banda se produjo un año antes, en la procesión de la Virgen del Valle de 1979. En este servicio ya participó el primer joven aventajado de una escuela que ya contaba con casi una veintena de educandos: José Silvestre Prieto con la caja (4). Poco después toda esta corriente de jóvenes músicos tuvo nueva cobertura con la concesión a Écija de una de las cuatro cátedras de expansión del Conservatorio de Música de Sevilla que en 1980 se dieron desde la Diputación de Sevilla. En ello tuvo mucho que ver Enrique Olivas, diputado provincial en aquellos momentos, que ejerció la presión necesaria sobre Manuel del Valle para que una de esas cuatro cátedras acabara en nuestra ciudad. Para ello se habilitaron unas dependencias del Palacio de Peñaflor.
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| Listado de alumnos jóvenes de AMUECI, en 1980. Manuscrito de Manuel Gutiérrez |
Independientemente del acuerdo firmado, el Ayuntamiento daba a la Banda libertad para cerrar cuantos contratos privados fueran saliendo. Uno de los viajes más celebrados fue el que realizaron a Cádiz para participar en la cabalgata del Domingo de Carnaval de 1981. Muchas otras veces actuaban sin ánimo de lucro en cuantos eventos fueron necesarios, tal y como queda reflejado en la correspondencia que encontré en las carpetas de mi abuelo, que continuó en la dirección de AMUECI hasta que su enfermedad se lo permitió. En noviembre de 1983 ocupó su cargo José Gordillo.
Igualmente... feliz (46) aniversario a AMUECI, la banda de mi abuelo. Y, por supuesto, felicidades y millones de gracias a quienes mantienen vivo su sueño.
(1) Recomiendo el trabajo de Miguel Aguilar Jiménez "La Banda Municipal de Música de Écija. Breves notas históricas" en las VII Jornadas de Patrimonio Histórico de 2009.
(2) Manuel Gutiérrez Martín (1914-1997) estuvo en la plantilla de la Banda Municipal desde 1927, siendo director el maestro José Pérez Hererra
(3) Realmente AMUECI hizo su primera aparición de rodaje un día antes, en un festejo taurino en la Plaza de Toros de Osuna.
(4) Además, en 1981 se incorporan a la Banda las dos primeras mujeres: María del Carmen Aguilar con la flauta y May Romero Pardal con el clarinete.


