lunes, 29 de septiembre de 2014

ENTREVISTA A JOSÉ VALENCIA

 
Entrevisté a José Valencia en Lebrija, precisamente después de aquella Bienal de 2006 en la que se lanzó a Poveda a esa cima que aún ocupa. Recuerdo que la discográfica del catalán contrató entrevista y portada a la revista La Flamenca -en la que entonces servidor ejercía de redactor jefe-, para que su cara a color estuviese en todos los kioskos de Sevilla el mismo día en que "Tierra de Calma" se estrenaba en el Teatro Lope de Vega a bombo y platillo. Así que cuando otorgaron el Giraldillo del Cante de esa edición supe que todo se había cuidado milimétricamente para que no fuese a parar a otras manos. 
 
Al día siguiente, el joven lebrijano José Valencia dio un magnífico recital de cante en el Teatro Alameda. No es que fuera para volvernos locos pero, sin parafernalias ni colaboraciones estelares y mediáticas, demostró muchísima más y mejor enjundia que el elegido para la gloria. Sin apenas prensa, claro, porque hace ocho años José Valencia no era el artista reconocido de ahora. Ignorado por los programadores, los medios y el gran público que pensaban -piensan aún hoy, he de decir- que gritaba mucho, alargaba los cantes demasiado y era insufrible aguantarle un recital completo, siguió picando piedra hasta que ha acabado por ganarse un sitio sin cambiar en casi nada. 
 
Mañana, llevado en volandas por muchos de los que en 2006 pasaban olímpicamente de su propuesta, será él quien ocupe el proscenio del Lope de Vega para dar un recital que se editará en CD. Ha llegado su momento y por eso quiero recuperar esta entrevista. Para que muchos sepais -estoy seguro de que a José no se le ha olvidado de donde viene- lo que hay que tragar cuando en esto del arte no te acompañan un par de buenos padrinos.

¿Es verdad que para ser alguien en el cante "palante" hay que grabar un disco con bajo, percusión, tanguitos lolailos y guitarrista de moda?
 
Me gusta la música, y lo que está bien hecho y tiene calidad le gusta a todo el que tiene sensibilidad. Pero tengo un enfoque distinto y mi forma de cantar no va con bajos ni musiquitas. Mi primer disco tendría que ser tal como soy yo. Si me conocen cantando de la forma que lo hago, no creo que deba hacer un disco de otro estilo. No serviría para nada. He tenido varias ofertas para grabar, pero las he desechado. ¿Por qué buscan a un cantaor de flamenco para que haga cosas distintas?. En esto no estoy dispuesto a ceder.

¿Has sido cantaor de concursos?
 
Sí, de niño pasé por los concursos. Lo último que hice fue lo de la Bienal, incitado por el morbo de pensar que aquello iba a ser diferente al competir con gente de mi edad y categoría. Pensaba que no era el típico concurso donde estaban los profesionales, que van a la caza y captura de lo que pillen. Se supone que los concursos son para incentivar a los que están empezando, pero creo que se han convertido en un vicio que no motiva a nada.



1989 - Joselito de Lebrija y Benito Velazquez en Onda Lebrija (Seguiriyas)



En el atrás, le has cantado a los mejores de cada momento…
 
La verdad es que he tenido la suerte de cantarle a todo lo que se mueve. Este mundo es muy complicado y dar el salto "palante" sin ayuda es dificilísimo. Yo tengo mucho que agradecerle a mis compañeros del baile por todo lo que me han dado. Ese aprendizaje no lo había conseguido años atrás. Es una escuela muy grande y muy difícil y, la verdad es que, no hay mucha gente buena cantando para bailar por esa dificultad. Si los hubiera, no estarían ahí Juan José Amador o El Extremeño que llevan treinta años en el atrás.

Naciste por tierras catalanas, imagino que por la inmigración ¿no?
 
Mi gente se fue para Cataluña por motivos laborales. Yo vivía en Hospitalet, en un barrio que se llama Belbitche. Nací allí accidentalmente pero, como estaban todos mis tíos, las celebraciones se hacían cantando y bailando como en cualquier familia de gitanos de aquí. Después había unas peñas muy buenas, como la Tertulia Antonio Mairena, la Peña Los Cabales, la Peña Fosforito, la Casa de Andalucía de Barcelona… Fueron los sitios donde empecé mi aprendizaje y di los primeros pasos de mi carrera.

De hecho debutas como Joselito de Lebrija a los cinco años, en el Palacio de los De­portes de Barcelona, junto a Camarón, El Cabrero y José Menese. ¿Cómo fue aquello?
 
Esa fue mi primera actuación profesional. Íbamos de pareja mi tío Luis de Lebrija y yo. Él era el que me motivaba, el que venía conmigo a todos los sitios, me puso mi primer nombre artístico, me aconsejaba, me ayudaba en todo… Un maestro en toda regla. Así que se subía conmigo y cantábamos los dos. Yo tenía un repertorio bastante cortito por soleá y bulería, que con cinco años ya era pedirme mucho. A la gente le llamó la atención el nombre. Esperaban a un aficionado de Lebrija ya mayor, y cuando me vieron se quedaron un poco sorprendidos.

Bisnieto por línea materna de Manuela la Juanicha y sobrino de Manuel de Paula ¿Qué otros precedentes tienes en tu familia? 
 
Mis padres no han sido artistas. Mi padre no era si quiera dado a hacer compás. Pero mi madre, sí. Cantiñea y tiene buen sentido del ritmo, como la mayoría de sus hermanos. Mi abuelo me cuenta que estamos emparentados con Tío Borrico, Juanichi el Manijero, los Parrilla, Paco La Luz… Antonia Pozo tiene que ver más con Manuel de Paula.

Los años pasan en Hostpitalet hasta que en 1983 vuelves a Lebrija…

 
Yo conocía Lebrija porque veníamos de vacaciones. Aunque nunca me hice a la idea de que iba a venir a vivir aquí. Fue un cambio muy drástico porque las costumbres eran muy distintas. Me costó mucho más trabajo adaptarme. Además, como llegué con la vitola de que cantaba, me lo pusieron mucho más duro. No ha sido fácil agradar y caer bien artísticamente a la gente en mi pueblo. Me han exigido mucho, pero a la larga creo que me ha venido bien.

Chache Lagaña, Diego Vargas, El Viá, los Montaráz… ¿Qué te encuentras volver a la tierra de tus padres? ¿Quiénes, de los más viejos, cantaban todavía?

 
Casi todos. Vivían Lagaña, Bastián Bacán, La Cabrillera, La Perrenga, La Morena, El Daíto… todos esos que grabó Pedro Bacán. Había además, una gran cantidad de personas mayores que cantaban y bailaban, y que no eran conocidas. De ahí intentaba uno morder. En aquella época había sitios donde vivirlo en directo, los podías buscar en las tascas de vino, en bodas, en bautizos... Entonces era muy común; hoy es más difícil. La vida es mucho más europea y quizás no se improvise tanto como antes. Hoy vivimos con el reloj en la muñeca. Todo eso ha influido mucho para que no haya sitios de estos.



2006-10-28 - Entrevistando a José Valencia en Lebrija (Foto: Fidel Meneses)
 
 
Se nota que tienes a Mairena como uno de los pilares de tu cante.
 
Ese es el maestro. Inconscientemente me inculcó la manera de cantar y los conceptos. Aunque después he escuchado a otros muchos pedazos de fenómenos. A Antonio lo conocí personalmente en el año 81 en el concurso de Mairena. Allí no me dieron el premio por la edad, pero me llevé un accésit. Recuerdo que iba con mis padres y quería conocerle. Me encontré a Antonio con un cañero blanco y una guayabera preciosa. Estaba en la esquina de un bar con sus hermanos Manuel y Curro, que estaba cantando. Fue muy entrañable porque me cogió en brazos, me dio un beso y me hizo cantarle. Es un recuerdo que voy a tener toda la vida. 
 
Mientras se mantenga en esta actitud cantaora, el nombre artístico es indiferente para su público, pero en 2001 cambias a José Valencia ¿Por qué?
 
Fue un momento personal muy complicado. Cambié muchas cosas y tomé la decisión de cantar para bailar. De empezar de nuevo. Y quise hacerlo desde el nombre hasta la imagen. Todo. Quise relanzar mi trayectoria artística con una manera de pensar distinta.

Eres un rara avis, en el sentido de que haces cantes poco comunes.
 
Durante los últimos años han ido desapareciendo estilos y se han olvidado muchos cantes. Hay que refrescarle a la gente la memoria. He escuchado a muchos artistas en muchas fiestas, mientras los de mi edad estaban en la discoteca. La de veces que yo he llevado a Bastián Bacán a su casa… Es decir, que yo no he aprendido sólo de los discos.

Como valores más impactantes de tu manera de interpretar, destacan la fuerza de tu garganta y el dominio de la medida sobre los tercios y la estructuración del cante de cara a su cuadratura final. Un tira y afloja entre texto-melodía y tiempo. Necesitarás una guitarra infalible en ese sentido. 
 
El cante tiene su momento de delicadeza y agresividad. Los patrones hay que respetarlos, aunque después te lleves los cantes a tu terreno. Pero no soy tan meticuloso. Cada uno tiene que exponer su personalidad. Eso sí, mi concepto rítmico vuelve loco a los guitarristas. Parece que estoy fuera de tiempo, pero siempre termino a tierra. No se trata de cuadrar a la manera clásica. En lugar de entrar en el tres, entro en el cinco o en el siete.

Por otro lado los matices micro tonales que nos ofreces, que es lo verdaderamente dificultoso en la interpretación. Me refiero a que, respetando el primer tercio y el segundo, en el tercero empiezas a hacer cosas nuevas sobre la melodía. Respetándola al máximo. ¿Cómo se hace eso? 

No es una cosa premeditada, sale en ese momento. Es una impronta de tu alma. Un momento de éxtasis en el que lo das todo y en el que no sabes, a veces, ni como te puede responder la voz. Pero cuando te viene ese momento, entra en funcionamiento la cabeza y ya empiezas a maquinar como lo vas a resolver. Es después de todo cuando te das cuenta de lo que pasado. Es algo instintivo, innato. Y en milésimas de segundo. Hay veces que te tiras a la piscina y no sabes si la piscina esta llena. El flamenco además de conocimientos, es intuición y arte, y la voz no puede durarte noventa años. Es difícil y complicado, pero confío en mis conocimientos. No me gustan las cosas tan medidas y perfectas. 
 
 
 
2012 - José Valencia y Juan Ramón Caro (Seguiriyas)


Has participado en tres espectáculos en la última Bienal: en dos cantando para el baile de El Grilo y Andrés Marín, y en el tuyo propio como solista. Después de unas críticas excelentes de público y prensa. ¿Esperaba llevarse el Giraldillo o los premios de este tipo no te interesan?
 
Ni esperaba llevármelo, ni esperaba en principio optar a ellos. Yo no iba a la Bienal a luchar por un premio, sino a hacer mi presentación. Estoy muy contento con las críticas de público, prensa, aficionados y artistas. Hay un consejo asesor que, quizás ha pensado que no estoy a la altura de otros cantaores. Pero vamos, también me dieron el premio revelación hace dos años y llevaba cinco Bienales a mis espaldas. Es decir, que no han pasado de mí ahora, llevan diez años pasando de José Valencia. Al final, el Giraldillo es sólo una estatua que ocupa mucho sitio, coge mucho polvo y que no te da trabajo.

¿Cuáles son los defectos que observas en la gente joven, en algunas llamadas primeras figuras entre ellos? ¿Qué está minando el futuro del cante? 
 
Llevo más de veinte años currando en este mundo y veo como pasan por delante un montón de gente que está empezando y que los hacen figura por la cara. Llegas a pensar que nunca dejarás de ser una promesa. Y la culpa de esto la tienen quienes están por detrás, que le están dando más bombo de la cuenta. En las tres facetas. Pero si más alto están, más dura será la caída. Yo creo que esto es más lento. Es una carrera de fondo. Y no tan sólo trabajar y al día siguiente tirarse en casa a jugar con la Play Station. Porque alguien escuche tres mil discos no va a saber más que nadie. ¿Y las vivencias?. Si no hay vivencias no hay flamenco.

viernes, 26 de septiembre de 2014

MORENO GALVÁN, PRODUCTOR DE DISCOS DE CANTE (y II)



(1977-1987)

1977 - José Menese con Manolo Brenes y Enrique de Melchor. Nuevo disco doble con la novedad de la introducción de elementos ajenos al flamenco. En concreto un violonchelo, que tocó Enrique Bullich; y una flauta, que tocó Valentín Álvarez. "Andalucía, 40 años" (RCA Víctor PL 35168) se publicó en 1978 y se grabó en los estudios de la RCA por José Raso del Molino y L. Delgado.

1981 - José Menese con Enrique de Melchor y Juan Habichuela. LP "Mi cante a la esperanza" (RCA Víctor PL 35351). Se grabó en los estudios de la RCA y los técnicos de sonido fueron Eugenio Muñoz y F. Recio.

1982 - José Menese con Enrique de Melchor y Juan Habichuela. LP "Ama todo cuanto vive" (RCA Víctor PL 35390). Esta producción será la última que Moreno Galván y Menese hagan con la RCA. Incluía por primera vez la presencia de palmeros. Se grabó en los estudios de la RCA y los técnicos de sonido fueron Eugenio Muñoz y Ventura Rico.

1982 - Miguel Vargas con José Luis Postigo. LP "Haciendo el camino" (Discophon B11449).

1985 - Miguel Vargas con José Luis Postigo y Manolo Franco. LP "Cantes de Miguel Vargas" (1) (Fonodis 46-223) se grabó en Studio Sur de Málaga por el técnico Francisco Gómez Acevedo.

1986 - José Menese con Enrique de Melchor y Oscar Luis Herrero. LP "La Puerta Ronda" (RNE NS-2001-C). Puede decirse que esta es la última vez que Francisco (que ya cuenta 60 años) toma las riendas de una grabación en su totalidad. Porque, aunque seguirá escribiendo letras y pintando portadas, ya no se encargará de dirigir ninguna producción más.

La versión oficial del ocaso de la vida artística de Francisco cuenta que padecía una enfermedad degenerativa que lo sentó a una silla de ruedas de la que jamás se levantó. Mas la versión extraoficial revela que Francisco se desilusionó con todos, se sintió incomprendido en su arte, en su dedicación a La Puebla, al flamenco y fue dejándose ir hasta hacerlo definitivamente el 21 de junio de 1999.

Independientemente de como fuesen sus últimos años, Moreno Galván dejó escrito un disco completo para Miguel Vargas -fallecido en 1997- que nunca llegó a grabarse. Por otro lado, la producción de Menese "Firme me mantengo" (Pasión 4P-023) ya corrió a cargo de Enrique de Melchor en enero de 1991, en los estudios Musitron de Madrid, con José Luis Garrido como técnico. No obstante, en los años que van desde 1987 a 1991, Menese se encontró con que Francisco seguía escribiéndole, pero no se dedicaba a él como antaño. De hecho, para "Firme me mantengo" acude a letras que ya había grabado anteriormente Miguel Vargas (2).
 
 

1972 - José Menese y Manolo Brenes (Liviana) en Rito y Geografía del Cante (3).


En resumen, y según las palabras de algunos protagonistas de esta historia, la función de Francisco como productor fue la siguiente:

Diego Clavel: "Mi primer disco lo grabé gracias a él. Nos hacía escuchar los cantes en su estudio -digo nos hacía, porque también estaban Menese y Miguel Vargas- y en un papel indicaba las subidas y bajadas de la melodía, los ayes... Como él cantaba un poquito, también nos hacía lo que estábamos aprendiendo. Nos ponía los discos de los clásicos y cantábamos encima con la letra nueva. Y así lo montábamos todo, porque con el guitarrista no nos veíamos hasta el día antes de grabar. Francisco era muy exigente porque tenía una concepción de mucha pureza. Su cometido en el estudio era el de maestro de ceremonias. No seguí trabajando con él porque ya empecé a hacer cosas con Caballero Bonald -que era vecino de Francisco en Madrid- y con la discográfica Ariola" (4).

Manolo Brenes: "Grabábamos en Madrid, en la RCA, con todo muy mecanizado y la última tecnología de la época. No nos veíamos todos hasta el día de antes o, incluso, hasta el mismo día de la grabación. Pero traíamos un rodaje previo después de tantísimos recitales y festivales juntos, con lo que a la hora de grabar lo llevábamos todo acoplado. En el mismo estudio le dábamos un repaso y listo. Con Diego Clavel sí estuvimos ensayando un par de meses hasta montarlo todo. Francisco era exigente porque sabía, y porque sabía ser exigente. El nunca cobró por su labor de coordinador o productor porque cuando se vino a enterar, ya era tarde" (5). 
 
 

1973 - Diego Clavel y Manolo Brenes (Soleares) en Rito y Geografía del Cante (6)


Enrique de Melchor: "Francisco enseñaba la letras a Menese y le montaba los cantes con esas letras, pero en la grabación ya no hacía nada más que escuchar y decidir si le gustaba o no. Dirigir no dirigía, porque tampoco era un hombre que supiese donde cortar o pinchar. Si no le gustaba algo, nos hacía repetir porque estaba muy interesado en que Menese fuese perfecto y en que sus letras se entendiesen" (7).

José Menese: "Francisco rehusaba de llamarse productor, pero estaba encima de la grabación. Se lavaba las manos como Pilatos en cuanto a llevarse un tanto por ciento. Hombre, las letras las declaraba a su nombre porque de lo contrario hubiese sido tonto". 
 
"Me reñía mucho, porque quería un cantaor perfecto y perfecto no hay nada. Quería algo que oliese a él, porque era un cantaor frustrado. Por eso peleábamos tanto. Desde luego, salía una cosa coherente, con rigor. Íbamos a la verdad, siempre. Y es lo que conseguimos con mi discografía" (8).



1973 - Miguel Vargas y Perico del Lunar Hijo (Seguiriyas) en Rito y Geografía del Cante (9).

 
En definitiva, la labor de Francisco Moreno Galván en los terrenos de la producción discográfica debe considerarse como valiosísima por los siguientes motivos:

1) Hace que tres cantaores noveles, paisanos de La Puebla de Cazalla, tengan una oportunidad de oro para darse a conocer a través de sus influencias con el mundillo intelectual de la época.

2) Se compromete, en un ejemplo de lealtad auténtico, maravilloso y único, a enseñar y aleccionar a sus pupilos para procurarles una base artística extraordinariamente sólida.

3) Dirige 22 producciones de tres artistas distintos por completo, a los que asiste además con sus letras.

4) Demuestra que es posible crear hits comerciales a partir de lo tradicional, sin salirse de los cánones establecidos. Ejemplos como el "Romance de Juan García" -que lo cantaban estudiantes universitarios de todo el país-, la mariana de "Cuando llegará el momento", los tientos de "Señor que vas a caballo", la bambera del "Guerrillero", el martinete de "To el que le canta a la luna" o la guajira de "La familia honorable", por dejar constancia de algunos textos, han quedado para los anales de la radiofórmula de los éxitos difícilmente comerciales del repertorio flamenco. 

 
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(1) Segundo disco de Miguel Vargas con el mismo título.
 
(2) Tampoco contaba Menese con su discográfica de toda la vida, donde entraba como por su casa. En una entrevista citada más abajo, Enrique de Melchor me contó que durante la grabación de su disco "La noche y el día" (Fonomusic CD-1097) en la que José cantó la seguiriya "Mi hermano", se movieron los hilos para que el cantaor y los dirigentes de Fonomusic llegaran a un acuerdo que finalmente abarcó la publicación de cuatro discos -uno de ellos recopilatorio-, que produjo el propio Enrique de Melchor. 

(3) Imagenes del verano de 1972 en presencia de Diego Clavel. Menese hace la Liviana "Yo no me siento rico" del disco "Cantes de José Menese" (RCA Víctor LPM 10300) de 1965 y la Toná Liviana "Cuando por no mirarme" del disco "Menese" (RCA Víctor LPM 10373) de 1968.
 
(4) Opinión de Diego Clavel extraída de una conversación telefónica que mantuve con él, el 13 de abril de 2011. 

(5) Opinión del guitarrista Manolo Brenes, extraída de una conversación telefónica que mantuve con él, el 14 de abril de 2011.

(6) En este video hace Diego Clavel algunas de las soleares del EP "Te llamo y no vienes" de 1971 (RCA Víctor 3-21133) que grabó bajo la producción de Moreno Galván.
 
(7) Opinión del guitarrista Enrique de Melchor, extraída de una conversación telefónica que mantuve con él, el 14 de abril de 2011. 

(8) Opinión de José Menese, extraída de la entrevista que le hice el 20 de enero de 2006 para la revista La Flamenca nº 14; y de otra entrevista inédita, realizada el 22 de octubre de 2007.

(9) La mayor parte de este número por seguiriyas es el que aparece en el EP de 1971 (Movieplay S21405) que Moreno Galván produjo para Miguel Vargas. La aparición como guitarrista de Perico del Lunar Hijo no es baladí, puesto que Francisco aprendió muchísimo sobre cante de este guitarrista.

sábado, 20 de septiembre de 2014

MORENO GALVÁN, PRODUCTOR DE DISCOS DE CANTE (I)

 

Debió ser en el preciso momento en que asumió que sus cualidades vocales no eran las más óptimas para dedicarse al cante, que Francisco Moreno Galván se convirtió en productor de discos. A principio de los sesenta le hablaron de un muchacho cantaor que había en su pueblo, al que terminó apadrinando en todos los aspectos. No exageran los que cuentan que el propio Mairena reconocía abiertamente la cultura que el pintor tenía sobre los cantes. 
 
Así que a José Menese le tocó el gordo de la lotería el famoso día de la moto de Chumy Chúmez. Pero hay que reconocerle al cantaor que fuese quien animó a Francisco a ser poeta, incitándolo a escribir las letras que después darían sentido a su cante y lo harían diferente. Fue entonces que su estudio de pintura en Madrid se convirtió en una genuina escuela de modos jondos. Allí, asistido por un magnetofón Grundig, instruyó al propio José, a Diego Clavel y a Miguel Vargas en cuantas músicas hicieron Pastora, Tomás, Manuel Torre, Chacón, Mairena o el dios Mojama (1), entre otros muchos. Todo, con la disciplina militar que solía aplicar al asunto. 
 
 
 
1973 - Moreno Galván, Menese y Diego Clavel en Rito y Geografía del Cante
 
 
Poco a poco fue reuniendo los cantes que compondrían el primer EP que la RCA editó a Menese gracias a la ayuda ejecutiva de Daniel Zarza. En total fueron 22 las producciones que Francisco dirigió hasta 1986, en las que siempre tuvo la última palabra en cuanto a lo que estaba bien hecho y lo que no. Era quien mandaba repetir una toma si algo no había salido como su amuebladísima cabeza había soñado con anterioridad, conforme a un refinadísimo gusto estético. Sin tener la más mínima idea sobre aparatos grabadores estaba llevando a cabo la tarea de producir discos.
 
Tampoco sé si llegó a darse cuenta de la importancia de su labor o si supo alguna vez que los productores discográficos recibían habitualmente un pequeño pero interesante tanto por ciento de royalties. En cualquier caso, este es el orden cronológico de los trabajos de Francisco Moreno Galván:



(1963-1965)

1963 - José Menese con Melchor de Marchena. EP "Te llevaste las ganancias" (RCA Víctor 3-20663)(2).

1964 - José Menese con Melchor de Marchena y Eugenio Jiménez "El Nani". De estas sesiones se publicaron dos EP´s: "Poquito a poco costaleros" (RCA Víctor 3-20746) de saetas y "Te tengo comparaíta" (RCA Víctor 3-20758), en 1964.

1965 - José Menese con Melchor de Marchena. De esta producción se editó el LP "Cantes de José Menese" (RCA Víctor LPM 10300), pero poco antes se publicó el EP "La casita que yo vivo" (RCA Víctor 3-20879), que contiene la caña del mismo título y las soleares "En la esquina toma el sol", que no estaban incluidas en el LP (3).



(1967-1969)

1967 - José Menese con Melchor de Marchena. Se publicó el LP "Cantes Flamencos Básicos" (RCA Víctor LPM 10340) y un tiempo después el EP "Fuente de Piyaya" (RCA Víctor 3-21020), que contenía el taranto "Curro Cortés por La Puebla" -no incluido en el LP- ambos en 1967.

1968 - José Menese con Melchor de Marchena. De esta producción se publicó el LP "Menese" (RCA Víctor LPM 10373) y los EP´s "Me siento más desgraciao" (RCA Víctor 3-21041) -contenía el inédito "Al Sotillo"-, en 1968 y "Tu mare apagó el candil" (RCA Víctor 3-21072) -que contenía las soleares del mismo título, las peteneras "A cal y canto cerrá" y las bulerías por soleá "Compañera que suores", todas inéditas- ya en 1969.

1969 - Miguel Vargas con Melchor de Marchena. EP "Lo que dices no me importa" (RCA Víctor 3-21089).



(1970-1971)

 
1970 - José Menese grabó el EP "Saetas de Oro" (RCA Víctor 3-21108) que se publicó antes de la Semana Santa de ese mismo año.

1970 - José Menese con Melchor de Marchena y Enrique de Melchor. De estas sesiones se publicó primero el EP "El que quiera que me siga", que contenía esas soleares y el mirabrás "Con mil suores" (RCA Víctor 3-10492) -ambos inéditos- y el LP "Renuevo de cantes viejos" (RCA Víctor LPM 10417).

1971 - Diego Clavel con Manolo Brenes. Tras ganar el concurso de Mairena del Alcor, Moreno Galván se lo lleva a Madrid. Es la primera vez que Diego Clavel entra en un estudio de grabación. EP "Te llamo y no vienes" (RCA Víctor 3-21133).

1971 - José Menese con Parrilla de Jerez y Manolo Brenes. LP "Cantes para el hombre nuevo" (RCA Víctor LPM 10447). Es la primera vez que Francisco realiza una producción de tipo conceptual. Como en los casos anteriores las grabaciones se hicieron en los estudios madrileños de la RCA, casi coincidiendo con la del primer EP de Diego Clavel. 

1971 - Miguel Vargas con Melchor de Marchena. Primera vez que Francisco trabaja con un sello distinto a RCA y primera vez que dirige un LP completo a un cantaor que no es José Menese. Dará como resultado "Miguel Vargas" (Movieplay, S21405) editado el mismo año. Se grabó en Madrid, en los estudios de Movieplay.




(1972-1976)


1972 - Diego Clavel con Manolo Brenes. El EP "Siempre te lo han dicho" (RCA Víctor 3-21145) será lo último que grabe Diego con Moreno Galván como productor (4).

1974 - Miguel Vargas con Manolo Brenes. LP "Cantes de Miguel Vargas" (RCA Víctor SCL 1-2227). Se grabó en los estudios de la RCA por José Raso del Molino y José Antonio Álvarez Alija.

1974 - José Menese con Melchor de Marchena, Manolo Brenes y Enrique de Melchor. LP "Los que pisan la tierra" (RCA Víctor SCL 2-2231). Después de tres años sin grabar con Menese, Francisco afronta la tarea de un disco doble y, además, conceptual. Se grabó en los estudios de la RCA por José Raso del Molino y José Antonio Álvarez Alija.

1974 - José Menese con Manolo Brenes. Disco grabado en París, en el Teatro L´Olympia, en noviembre de 1974. Es el único que Francisco produce en directo y el primero de Menese con Manolo Brenes como único guitarrista. "L´Olympia" (RCA Víctor SPL 1-2286) se publicó en 1975 y la RCA desplazó al famoso teatro un equipo de grabación.

1976 - José Menese con Manolo Brenes y Enrique de Melchor. LP "La Palabra" (RCA Víctor SPL 1-2413). Se grabó en los estudios de la RCA y los técnicos fueron José Raso del Molino y Carlos Martos.
 
 
 CONTINUARÁ...
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(1) Francisco tenía a Juanito Mojama como referencia destacada.

(2) Los discos en formato EP/Single que no tienen título los identificamos por el primer cante de la cara A. En los inicios del vinilo -podría decirse que desde 1956-, las discográficas publicaban estos disquitos de tres/cuatro cantes para probar suerte en el mercado con un artista novel. Igualmente, se hacía lo mismo en muchas ocasiones con artistas consagrados para llegar mejor a los mermados bolsillos de la época.

(3) Las discográficas, con buen criterio, reutilizaban el material grabado que no cabía en el minutaje del LP, colocando estos números en las caras B del EP previo al lanzamiento, o como complemento novedoso al segundo single en promoción. En este listado hemos incluido, obviamente, sólo los singles que contenían estos extras.

(4) Diego Clavel hizo una producción más con letras de Moreno Galván: "Saetas" (Ariola 11660-A) de 1974, pero que fue producido por Caballero Bonald.

viernes, 12 de septiembre de 2014

LO QUE LA BIENAL EXIGE

 

Cualquier comentario de una noticia de la Bienal de Sevilla pone al rojo vivo las redes sociales en estos días y no me extraña. La causa general es que, edición tras edición, el aficionado de peña y disco de pizarra no entiende cómo se programa este ciclo, motivo por el que poco a poco le han dado la espalda. Y lo que sigue contando para el Ayuntamiento de Sevilla es el rendimiento económico que aporta el turismo flamenco a la ciudad porque las críticas quedan en el olvido de la masa en cuestión de días. 
 
Casi recién incorporado a Sevilla Flamenca me tocó entrevistar a Domingo González y un tiempo después a Rosalía Gómez. Tanto en una como en otra entrevista, los protagonistas aportaron algunos datos que considero claves para entender “lo que exige la Bienal” para que un artista forme parte de su programación. 
 
De la entrevista a Domingo González (1) he entresacado lo siguiente: 
 
¿Están todos los que son y son todos los que están?
 
La Bienal ha cumplido tanto con la labor de innovar como con la de preservar. Si miras el programa de esta edición, hay artistas que vienen de la tradición o de la estética más de raíz y, sin embargo, tienen sitio en la Bienal. Curiosamente, a lo único que se le da relevancia es al que no está; o al que está y no es tradicional. No se analiza la nómina de artistas que tienen más de cincuenta años y que están en la Bienal. Otra cosa es que no estén los que tú quieres y entonces no te parezca bien. Cada uno tilda lo que falta desde su perspectiva. Hay mucho de espacios comunes y de críticas estereotipadas: como en algún momento la Bienal abanderó la vanguardia, la crítica que se generó es que faltaba lo tradicional. Y eso se ha ido quedando. Pero yo recuerdo haber visto actuar a muchos artistas por última vez, precisamente, en la Bienal. 
 
A la hora de preparar un ciclo de esta envergadura ¿prefiere un eje temático y vertebrador que sea leitmotiv de la muestra o un sistema que diversifique y proponga distintas variantes al público? 
 
Creo que no es contradictorio, pero uno no programa rellenado cuadritos. Eso es muy fácil. Ves ochenta ofertas y tienes cincuenta días, eliges las más baratas, las más populares, las que más te gustan y vas rellenado. No tendría mucho trabajo, pero para eso no hace uno la Bienal. Tiene que haber un discurso y en esta edición es el leitmotiv "Flamenco de viva voz", que tiene que ver con dos cosas: la importancia de la voz en la música flamenca y la trasmisión de emociones y sentimientos del artista al espectador y viceversa. La importancia de la vivencia, sin entrar en conceptos más ambiguos como el duende o la magia. Pero la programación de Bienal debe ser representativa. No puede excluir tendencias ni estilos porque estaríamos haciendo un pan con unas tortas. También debe responder a todos los públicos del flamenco porque no tenemos sólo un público. Están los muy jóvenes y curiosos, los aficionados con mucho conocimiento, el friki que ahorra 5.000 euros para poder ver de cerca a "Fulanito Pérez" en la Bienal, el que llega al flamenco a través de la danza, el de la música clásica, el de las cosas de raíz, el de vanguardia… 
 
¿No cree que sería más interesante retomar en mejores condiciones la vieja fórmula por la que la propia Bienal era ideóloga y productora de los espectáculos que programaba? 
 
Eso no es viable ni responde a la realidad de la producción flamenca de hoy. Hace 24 años, se encargaban los espectáculos porque, quitando las grandes compañías de baile herederas de la época de Pilar López o Antonio Gades -que eran dos o tres-, no había producción de espectáculos. Tampoco había mercado, ni distribución. No había festivales que duraran más de un día y los flamencos no entraban en las programaciones estables, con lo cual una compañía no era rentable. Entonces se generó esa tendencia porque era una demanda. Y se hizo estupendamente. Hoy día no tendría sentido porque hay un mercado de espectáculos flamencos que no necesita de ese motor obligatoriamente. Hasta que hace catorce años nace el festival de Jerez con un criterio similar al de Bienal, estábamos solos a la hora de programar ese tipo de espectáculos o propiciarlos para el sector. Quince años después, Isabel Bayón, Javier Barón o Manuel de Paula no necesitan que nadie les haga un encargo para hacer su espectáculo, porque saben que tienen mercado y trabajo. 
 
 
Foto: Juan Flores
 
 
Entonces, ¿construye la programación de la Bienal con los espectáculos que llegan a su oficina?
 
Hay de todo. Cosas que te llegan y te interesan, y cosas que tú provocas o encargas. Ese otro mito que se generó desde la época de Manuel Herrera por el que se decía que esto era una oficina burocrática de distribución de los paquetes que iban llegando, sirvió a quienes quisieron criticar a quien dirigía la Bienal entonces. Nació desde un sector de la crítica muy concreto, con nombre y apellidos que no vamos a decir hoy. Esa crítica se le hizo a Manuel Herrera, cuando en realidad lo él que quiso es hacer trasparentes los criterios de selección. Quería que hubiese arbitrariedad pero también sistematizar el trabajo de los artistas con los intermediarios en definitiva, porque hoy ya no se puede programar como antes. Tendrías que hacerlo con dos años de antelación. Y esa crítica se ha mantenido. 
 
Debe costar mucho dejar en las manos de algunas mentes excéntricas las producciones que se darán cita en la Bienal. ¿Llevan algún tipo de supervisión para evitar que, como en más de una ocasión ha sucedido, se cuele en la muestra algún que otro bodrio?
 
El mundo de flamenco es muy amplio y hay de todo. Vamos a los ensayos, nos mandan videos de lo que van a hacer... y hay otra gente con la que, de alguna manera, participamos en el diseño de los contenidos. Otras veces, aunque no decides, sí estas en la cocina de la ficha técnica y artística. Sabes quienes son iluminadores, modistos, coreógrafos, directores de escena y sabes si son conocidos o desconocidos. Claro que hay un seguimiento, aunque no como nos gustaría. 
 
La Bienal viene a potenciar sensacionalmente la ciudad de cara al turismo, que es el sector de público que se hace con la mayor parte de las entradas a través de las tour-operadoras...
 
Eso no es así. Te digo los datos reales: el 40% del público que está en Bienal es de Sevilla. ¡El 40% de 58.000 entradas! Seguramente haya pocas programaciones culturales a las que vaya tanto la gente de Sevilla como a la Bienal. Del 60% restante, que son gente que no es de Sevilla, el 60% -curiosamente se repiten los porcentajes- es extranjero. Y el 40% que resta es público nacional: de Cádiz, Madrid, Badajoz o Cuenca, normalmente aficionados que tienen un conocimiento previo y han estado antes en Bienal. Son estadísticas externas que elaboran otros. 
 
Mi pregunta estaba enfocada a los peligros que trae el turista que lo aplaude todo porque desconoce, lógicamente, los pormenores de la perfecta factura de un cante, un baile o un toque determinados, dejándose llevar por lo exótico. Pienso que esto terminará por banalizar del todo un género tan formalmente delimitado como el flamenco.
 
¡Qué va!. Ese es otro mito que yo he aprendido que era erróneo. Hay un porcentaje altísimo de extranjeros que tienen muy claro a lo que vienen, que son aficionados en su lugar de origen, que conocen a los artistas… Una persona que viaja de Connecticut, se gasta 4.000 euros en avión, 500 en hotel y 100 en entradas… es súper exigente. No se le da ojana tan fácilmente. Ese mito nace del aficionado que ha visto poco flamenco fuera de su entorno y no tiene conciencia de que hay otro a 6.000 km que tiene el mismo nivel de exigencia. Y las mismas experiencias -las que sean-, tan válidas como las suyas. Te encuentras con gente de Estados Unidos, por ejemplo, que sabe más de los artistas que el 70% del público nacional.
 
No obstante, muchos sevillanos aficionados al flamenco no asisten a la Bienal. En ciertos casos, ni conocen la programación. 
 
No podemos pretender convocar al 100% de la población cada vez que organizamos algo. Necesitaríamos el Estadio Olímpico cada noche. Pero bueno, hay quien no concibe el flamenco en un escenario; lo que no deja de ser una experiencia personal totalmente respetable, pero no deja de significar un desconocimiento absoluto de la historia del flamenco que, si se caracteriza por algo hasta los años 20 es porque ser un arte escénico. Si el momento culmen del discurso estético del flamenco es la Ópera Flamenca, es porque se desarrolla como arte escénico. Ahí habría mucho que hablar y debatir porque, a partir de los años 30, el régimen franquista establece que la cultura popular es diferente de la cultura oficial y establece las diferencias: lo popular sólo es del pueblo; los buenos teatros, para quienes van a la ópera. El flamenco, por tanto, en Andalucía para a ser posible, justificar intelectualmente la explotación de los señoritos. Eso, durante cuarenta años genera un estereotipo que tiene mucho que ver en esa visión del sufrimiento y del hambre. ¿Qué flamenco pasa hombre hoy en día? Ninguno, afortunadamente. Y es algo de lo que nos tenemos que alegrar. Por lo tanto, esa justificación de que hay que pasar hambre para cantar bien… mire usted, no. Yo prefiero que el chavalito que va tocando las palmas en una boda, tenga su IRPF y declare a Hacienda a que dependa de que un señorito haga una fiesta de tres días. 
 
 
Foto: Juan Flores
 
 
Desde varios sectores se acusa a los programadores públicos de mantener ciertos privilegios con determinados artistas por cercanía política. Se dice que siempre se programa a los mismos, conocidos -entre artistas, crítica, público y promotores privados- como "artistas del pesebre", "artistas en nómina de la Junta", etc… En la parte que le toca ¿qué tiene que decir, como programador público, en su defensa?
 
Yo estoy muy tranquilito. De todos modos, esa crítica se lleva escuchando desde hace cien años. Cuando Manuel Torre y la Niña de los Peines, ya se hablaba de esas cosas… 
 
Sí, pero entonces la administración pública no se encargaba del flamenco. 
 
Te digo que eso ya pasaba hace setenta y ochenta años, que tampoco es una cosa nueva. Yo estoy muy tranquilito. Ojalá fuese verdad que en nómina de la administración hubiese más de quinientos artistas como vienen a la Bienal. ¿Tú entiendes que eso pueda ser posible?
 
Es que siempre se ve a los mismos artistas en los mismos sitios…
 
¡Pero eso ha pasado toda la vida! Cuando hay artistas que, bien son más inquietos a la hora de crear espectáculos nuevos, bien trabajan la distribución y la intermediación con una oficina más profesional, bien trabajan con un elenco muy potente…; hay otros que quieren venir con su cuñado de acompañamiento. Son muchos factores lo que confluyen. En el caso de la Bienal hay muy pocos artistas que repitan de una edición a otra. Si analizas la programación y miras el ciclo "El Flamenco que viene", son nueve artistas que, o es su primera Bienal o presentan su primer disco o encabezan por primera vez un espectáculo… Si miras "Clásicos del siglo XXI" te vas a encontrar con gente que monta un espectáculo por primera vez. En fin, yo en ese sentido estoy tranquilísimo porque, si no hay quince o veinte empresas de contratación artística con las que trabajamos… 
 
Dudo mucho que haya quince o veinte empresas favorecidas. Ojalá, ya digo, todo el mundo pudiera comer de que los políticos se dieran cuenta de lo importante que es el flamenco y las instituciones públicas le dieran el tratamiento de sector estratégico que tiene en Andalucía. También es cierto que hay artistas de moda, pero eso lo ha habido siempre. Mira los carteles de los años 40, 50, 60, 70… Y los festivales de un día, ni te cuento. Había artistas que se hacían el 60% de los festivales. ¿Y tú ibas a acusar a las peñas de favorecer a unos artistas frente a otros? No quiero citar a nadie pero Aurora Vargas y Pansequito -que para mí debieran estar en todos los festivales del mundo-, algunos años han hecho más de diez. ¡Merecidos, ojo!. ¿Alguien va a acusarlos por eso? ¡Y no te hablo de la época de Turronero! ¡O de Mairena!. 
 
Y de la entrevista a Rosalía Gómez...(2)
 
Como espectadora o ejerciendo la crítica, ¿qué pensaba que era erróneo en los diferentes modos de programar de sus antecesores?
 
Es muy fácil criticar desde fuera; desde dentro es distinto. Hay que cuidar muchísimo los espectáculos. Al máximo. Esa es una lucha que vienen llevando las últimas Bienales. Yo fui al Alcázar, a una inauguración con Matilde Coral y El Mimbre, con unas luces espantosas, muchos vacíos… Eso ya no se concibe. Por muy trianero que sea el Hotel Triana, sus espectáculos deben estar muy cuidados. El sonido ha sido el caballo de batalla. Yo he protestado muchísimo porque en muchas Bienales el sonido ha sido horrible. Te puedes cargar un espectáculo por eso. También hay que intentar que la Bienal no sea un cajón desastre. Entiendo que todo el mundo quiera estar en la Bienal, pero esto no puede convertirse en un "cuanta más gente mejor". 
 
 
Foto: Juan Flores 
 
 
Esta Bienal se va a dedicar de nuevo al baile, pero se advierte un momento de sequía creativa. O más bien de una imitación constante de los dos o tres modelos estéticos fijados en la última década. Más los representantes de la línea tradicional... 
 
Estos son caminos muy difíciles. Uno debe estar muy seguro de sí mismo y de su investigación. Hay quienes están arriesgando con conocimiento y merecen un voto de confianza. Aunque también hay mucha confusión. Se ve en los proyectos que me están llegando. Los jóvenes que están buscando su sitio, en lugar de mirar en su interior y ver qué es lo que quieren expresar, están mirando qué vende. No me gustaría hacer una de esas Bienales llenas de estrenos que se quedan para un día. Muchos espectáculos, muy aparatosos, muy grandes, en los que todo el mundo pone un esfuerzo enorme, pero que después se quedan en una sola representación y no se venden porque no hay ni coherencia, ni emoción. La emoción es muy importante en el flamenco, como en todas las artes escénicas, y si perdemos eso yo no sé a dónde vamos. 
 
En cualquier caso, el baile es la disciplina más rentable para la Bienal.
 
La danza es un lenguaje universal, porque el cante siempre ha sido más difícil. De todas maneras, un recital de Miguel Poveda, ahora mismo, tiene muchísimo tirón. 
 
Después iría la guitarra y por último el cante.
 
Paco de Lucía ha abierto mucho camino en todos los espacios y festivales, fuera del flamenco incluso.
 
¿No cree que el público más localista pueda quejarse de que la organización se haya decantado descaradamente por enfocar la Bienal al turismo? Lo digo porque hace tiempo se abrió una brecha entre el flamenco que se vive en las peñas, festivales de verano o en la propia calle, al que se muestra en los teatros.
 
La brecha está en la profesionalización. Normalmente, las instituciones contratan a gente profesional. Los aficionados tienen otros circuitos. Pero la diferencia está en el número de espectadores. Si quieres hacer un espectáculo para quinientas personas tienes que entrar en un teatro. Y el teatro tiene unas reglas tan claras, que el que no las cumple se estrella. Por tanto, la vida no puede entrar como tal en el escenario. 
 
En ese sentido, ¿tiene la Bienal la obligación de abrir las puertas a ese tipo de artistas "indómitos", de ofrecerles las herramientas necesarias para alcanzar ese lenguaje teatral y que puedan salir adelante de manera que la Bienal tampoco se encasille programando a los mismos artistas edición tras edición?
 
Yo creo que sí. La Bienal siempre ha dedicado un ciclo a los jóvenes que empiezan o a los artistas emergentes, a los que te recomiendan, a los que han ganado un concurso importante… Pero para eso hay otros espacios. A mí me gustaría utilizar la sala que tenemos en las instalaciones de esta nueva sede para conciertos en acústico, porque ahí es donde se ve el alcance que tiene una voz o un instrumento.
 
 
Foto: Juan Flores
 
 
Siempre ha existido una preocupación constante por apoyar a los "jóvenes" y se ha invertido muchísimo dinero en ello. Pero las circunstancias actuales de crisis económica han relegado a los "viejos" a la misma situación de falta de trabajo. 
 
Nunca he creído que la administración tenga que contratar a nadie. He luchado toda mi vida desde fuera y si puedo lo haré desde dentro porque la administración desarrolle políticas culturales. Tenemos en Andalucía un montón de teatros que están sin funcionar. Pero no creo que para nadie sea fundamental tener una actuación en la Bienal -en la que puede que triunfes, pero en las que la mayoría pasa sin pena ni gloria- una vez cada dos años. ¿Qué alimenta eso?. A no ser que tengas un disco o algo nuevo que aportar. Yo lucharía porque todos los teatros sin programación funcionen como el Lope de Vega. 
 
Hemos visto en los últimos meses como flamencos de reconocido prestigio se han venido manifestando contra la política de ayudas que la Junta de Andalucía ha venido dispensando a determinados artistas. ¿Se ha malacostumbrado el profesional del flamenco a vivir de la subvención pública? 
 
Es que es muy difícil por eso un apoyo siempre es necesario. El teatro tiene tres mil años de historia, pero el flamenco no. Hasta la entrada de España en el Mercado Común Europeo, ¿cuánta gente trabajaba en negro?. ¡Y siguen queriendo cobrar en negro!. Ayer mismo me llamó por teléfono el manager de una bailaora importante, ¡qué quería cobrar en negro!. Aquí pagamos impuestos todos y eso no va a ser posible. 
 
¿Viene a revolucionar este ciclo, a darle sólo un cambio de aires o a salir del paso?
 
Las revoluciones las hacen los creadores. Pero yo vengo a ordenar, a dar un sentido y a procurar que llegue a todo el mundo un poquito de todo lo que se está haciendo. No creo que sea momento de grandes celebraciones, porque la sociedad tiene pocas cosas que celebrar. Ni de grandes individualidades. Ya te dije que veo más confusión que genialidades, pero dejo las puertas abiertas para que los creadores revolucionen. 
 
Saquen sus propias conclusiones…
 
 
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(1) Entrevisté a Domingo González el 24 de agosto de 2010, a pocos días de comenzar su tercera y última Bienal. Esta entrevista se publicó en el número 113 de Sevilla Flamenca, que puede leerse íntegra en https://issuu.com/agendaatalaya_campi_a_sierra_sur/docs/sevilla-flamenca_issuu_113
 
(2) La Entrevista a Rosalía Gómez se hizo el 11 de diciembre de 2011, poco tiempo después de ser nombrada directora para la Bienal de 2012. La entrevista completa puede leerse en https://issuu.com/agendaatalaya_campi_a_sierra_sur/docs/sevilla-flamenca-116-issuu/44